miércoles, 20 de octubre de 2010

Y ALBERTO SUBIÓ ....

Pues si, a pesar de todo lo dicho en los días anteriores, le echo valor y subió, no se si empujado por la situación y por mi o porque de verdad se había hecho el ánimo. Cuando quiso darse cuenta ya estaba en el ascensor de la torre subiendo a toda velocidad y al abrirse las puertas,……. Al abrirse las  puertas parecíamos que estábamos sobrevolando la ciudad, la vista era espectacular, la pena es que la polución que cubre continuamente la ciudad no dejaba mucha visibilidad para poder ver mas allá en el horizonte. Pero efectivamente Alberto subió, y hasta se acercó a los cristales del mirador para observar la vista, un poco atenazado por lo nervios y el vértigo, pero lo hizo. En la zona en la que esta la torre Jin Mao está llena de rascacielos y la torre a la que hemos subido no es la más alta (aunque a nosotros y sobre todo a Alberto nos ha parecido altísima). Justo al lado de esta hay otra algo de 100 m más alta pero lo curioso era ver como un par de operarios estaban tranquilamente limpiando los cristales sobre una pequeña plataforma que se sostenía por dos cuerdas a la altura de un piso 90 (a mas de 370 m del suelo). ¡Sólo verlos encogía el corazón).
Después de subir a la torre volvimos al hotel y la peque se quedo dormidita encima de la cama, así que aprovechamos para comer un par de bocatas que compramos en una cafetería francesa que hemos descubierto cerca del hotel, por la tarde habíamos quedado pronto porque estábamos invitados al teatro a un espectáculo de acrobacias, una especie de circo del sol o algo asi. Y lo explico  así porque la realidad es que nosotros no hemos visto nada, en cuanto se apagaron los luces y comenzó a sonar la música estridente y se levantó el telón dejando ver en el majestuosos escenario dos enormes dragones, Candela comenzó a berrear, y no digo llorar, digo berrear. Pobrecita, estaba realmente asustada, muy asustada. Ante la imposibilidad de calmarla hubo que salir del teatro así que no vimos nada. La gente salía contenta, debió estar bien.  Ya habíamos observado que la peque no le gustan los gritos y algunos ruidos provocan en ella el llanto inmediato, un llanto sin consuelo, y lo de hoy visto los antecedentes era de esperar. No pasa nada, nos hemos pasado la hora y media que ha durado el espectáculo jugando en el hall del teatro y al final hasta se ha quedado dormidita.
Por lo demás todo muy bien, despertamos mucho la curiosidad de los chinos que se paran y se giran cuando vamos paseando por la calle, no se muy bien si porque somos occidentales con un bebe chino, si es porque Alberto lleva a la peque en la mochila colgada de su pecho, o simplemente porque les resultamos graciosos. Pero si que es verdad que les llama mucho la atención que llevemos a la niña, y le hablan, la quieren tocar y nos dicen cosas que la mayoría de las veces no entiendo. Trato de normalizar esto, pero reconozco que me molesta que vayan tocando a la peque, a veces se juntan varias personas y resulta un poco agobiante. Por lo demás es gente muy agradable y simpática.
Ya vamos cansándonos del viaje, y miramos con envidia a unos papis de Madrid que ya se marchan este viernes para casa, ya apetece llegar a casita, descansar en nuestra camita, estar con los trastos (Alberto y Maria) y abrir los ojos por la mañana, cuando la luz me moleste y darme cuenta que estoy con los mios en mi casa. En fin ya falta menos.
De momento mandaros a todos un beso y un abrazo enorme. Besos para todos, para los que nos leeis y los que os acordais de nosotros, mandaros todo nuestro cariño y agradecimiento.
Maria te quiero cariño, Alberto te quiero pirata!!!!!!!!!!!!!!!

OS QUEREMOS MUCHO, HIJOS








1 comentario:

  1. Ole y ole por mi hermano Alberto, que después de subir a este rascacielos, ya no hay vértigo que valga. Deciros, que se os vé estupendos y Candela está hecha un bollito ¡para comérsela!.
    Estoy deseando que llegue el sábado para poder disfrutar de Albertito y María, que seguro que se lo pasarán en grande con su primo Pablete. Y los tíos y yayos, mientras tanto, les llenarán de mimos y achuchones varios. Je, je, je,... ahora que no están los papis cerca,.....¡a malcriarlos!
    Besotes y hasta otro ratillo.

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